Iván Zulueta (artículo)

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Iván Zulueta, el no muerto

Iván Zulueta vuelve. Muerto en vida de cara a la galería, continúa con su anticarrera de cineasta, cartelista, dibujante y fotógrafo, y sigue siendo único en su especie. Una exposición en Madrid bajo el elocuente título ‘Mientras tanto’ abría de nuevo la ventana a su personalidad, al rastro productivo que va dejando su paso por el tiempo.

POR LUIS LORITE.

Recordado siempre por Arrebato (1979)Iván Zulueta (SanSebastián, 1943)emigra a Madrid con menos de 20 años para estudiar cine.Y llega ya estimuladísimo por una madre aficionada a pintar;por un padre que dirigió el Festival de Cine de San Sebastián; y, según él, “por la añoranza de un mundo muy distinto, menos oscuro, menos cutre y casposo de aquel que nos rodeaba”. Antes de entrar en la Escuela Oficial de Cinematografía se planta en Nueva York. Un barco mercante que sale de Bilbao le brinda la oportunidad de descubrir la metrópolis y, con ella, a Lichtenstein,
Wesselman, Jasper Johns, Warhol, la nouvelle vague, el new american cinema, Kerouac... El underground neoyorquino le entra por los ojos a un Zulueta posicionado: entre lo literario y lo visual, su sensibilidad se arrebata en lo segundo. Claro, cuando vuelve a Madrid, se ha saltado 20 años de un plumazo. La inmediatez de sus trabajos no guardan relación ni parentesco alguno con los de sus compañeros. Conecta, eso sí, con Jaime Cha-varri y Antonio Drove, con los que colabora asiduamente.
Por allí andaban, interactuando con él o a su alrededor, gente como Pilar Miró, Gonzalo Suárez, Ángel Luis Fernández, Antonio Gasset,Ricardo Franco, Diego Galán... y Pedro Almodóvar que, le pese a quien le pese, ha sido el único capaz de desarrollar
una imaginería entroncada con la radicalidad de Zulueta.




Borau, que era uno de sus profesores, lo ficha para pintar decorados y rodar publicidad, hasta que le ofrecen un programa en televisión, El último grito (1968). Allí, durante un año, se dedica a experimentar con imágenes que monta sobre la música del momento, muy influido por el trabajo de Richard Lester con los Beatles en A hard day’s night. Los resultados de alta calidad y originalidad devienen en un film producido por Borau, y titulado Un, dos, tres, al escondite inglés(1969) por imposición de la distribuidora, frente a los títulos barajados por Iván como
Popilandia, Caca, culo,pedo, pis o Cacalandia. Zulueta desarrolla uno de sus anhelos
cinematográficos, el musical. El producto final es, mitad Zulueta, mitad panorama
musical español, un frustrante desfase.

Experimentación lúdica

Pasarán 10 años hasta que ruede el complemento a este film y a su vocación de cineasta,la película de vampiros Arrebato. Pero durante esa década de marginalidad
industrial establece una relación directa con la captura de imágenes y su manipulación lúdica, y ahí empieza el Zulueta posible que revienta todas las ataduras
del lenguaje audiovisual.Con su cámara de súper-8 en mano realiza viajes geográficos
y psicotrópicos por Marruecos, Ibiza y Nueva York. Rueda allí y, de manera
compulsiva, en su piso, el número 13 del madrileño Edificio España. Filma cortometrajes, collages y películas directamente de la televisión que luego resume en seis acelerados minutos. Sus métodos son, más que artesanales, estrictamente
manuales. Hiperactiva espiral productiva de la que se pierde el material por todas
partes, al desapego de Iván se suma lo que el franquismo le requisa en varios registros de su casa.
Con la misma filosofía de medios mínimos y derroche imaginativo surge Arrebato.
Fruto de la autorreflexión y de la concepción del cine como fagocitador y testigo
inquietante de la muerte, será una declaración a pecho descubierto de amor y
total entrega, verbalizada en la película por boca de Eusebio Poncela: “no es a
mí a quien le gusta el cine...es al cine al que le gusto yo”. Ahí queda eso.
Como a ‘los autorreferenciales’del cine norteamericano de los ‘70, el vacío que le siguió convirtió a Arrebato en pieza de culto, promesa incumplida, o efímero
contacto con el techo. La ilegalidad de la heroína y las complicaciones que eso suponía cavan la zanja definitiva entre su trabajo (él mismo) y lo social.
No todo lo posible se cumple bajo las luces. Amén.

En memoria de... Iván Zulueta




FILMOGRAFÍA
Largometrajes:
Un, dos, tres, al escondite inglés
(1969)
Arrebato (1979)
Cortometrajes:
La fortuna de los Irrureta
(1964/1968)
Seis minutos (1970) (desaparecida)
Marilyn (1972) (desaparecida)
Frankestein (1972)
Masaje (1972)
La novia de Frankestein (1973)
(desaparecida)
Te veo (1973) Muda.
Souvenir (1973) (desaparecida)
Babia (1973) (desaparecida)
Mi ego está en Babia (1975)
Hotel (1975)
Aquarium (1975)
Complementos (1976)
Will More seduciendo a Taylor
Mead (1976) (desaparecida)
Fiesta (1976)
A mal gam a (1976)
El mensaje es fácil (1976) Muda.
Leo es pardo (1976)
Tea for two (1977-78) Muda.
En la ciudad (1977). Episodio 13
dentro de la película colectiva del
mismo nombre.
Reportajes y programas de TV:
Los viajes escolares (1974)
Roma-Brescia-Cannes (1974) (desaparecida)
Párpados (1989)

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